Escuela Bíblica “El milagro del hacha”

Dentro de las Sagradas Escrituras está lo expresado en 2da Reyes 6, y esto fue analizado en la Escuela Bíblica este miércoles 10. Sepamos entender lo que nos reflexiona el Apóstol Jacob Herrera.

Dice en la Biblia:

2da Reyes 6

Eliseo hace flotar el hacha

6 Un día, los miembros de la comunidad de los profetas le dijeron a Eliseo:

—Como puede ver, el lugar donde ahora vivimos con usted nos resulta pequeño. 2 Es mejor que vayamos al Jordán. Allí podremos conseguir madera y construir un albergue.

—Bien, vayan —respondió Eliseo.

3 Pero uno de ellos le pidió:

—Acompañe usted, por favor, a sus servidores.

Eliseo consintió 4 en acompañarlos, y cuando llegaron al Jordán empezaron a cortar árboles. 5 De pronto, al cortar un tronco, a uno de los profetas se le zafó el hacha y se le cayó al río.

—¡Ay, maestro! —gritó—. ¡Esa hacha no era mía!

6 —¿Dónde cayó? —preguntó el hombre de Dios.

Cuando se le indicó el lugar, Eliseo cortó un palo y, echándolo allí, hizo que el hacha saliera a flote.

7 —Sácala —ordenó Eliseo.

Así que el hombre extendió el brazo y la sacó.

Reflexión:

El lugar era chico y es donde hicieron la reunión y es donde dijeron a Samuel para ir al Jordán, y allí tomarían la madera necesaria. El compromiso era de que todos tenían que trabajar, entonces vemos la importancia de no sobrepasar la autoridad de Eliseo, pues ellos le comunicaron de lo decidido en esa reunión.

“Andad” fue la respuesta que obtuvieron, y fueron a la vez acompañados por él.

El varón responsable

Para resaltar fue lo del varón responsable, ya que el hacha era prestada, tenía el “poder” prestado, y es que vemos en esa herramienta que tenía un problema porque quizás estaba demasiada seca la madera y esto hacía que el mango quedara flojo.

Así es la Vida Espiritual, muchas veces estamos flojos en la unción, en la lectura de la Palabra, en el estudio de la misma o nuestra vida está demasiada seca y necesitamos entrar en el agua de la vida que es Cristo.

Si miramos el pasaje vemos que todos trabajaban, no quedó nadie diciendo yo soy muy joven o muy viejo o yo son ministro, ya que leyendo llegamos a la conclusión de que el “Varón de Dios” estaba también con un hacha porque dice la Biblia que “cortó un palo y lo metió en el agua para que nadara el hierro”

También mencionaba el Apóstol Herrera lo que expresa Esdras 3:11 “Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová, y diciendo: Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel”

Condiciones del hachero

1. El hacha debe estar bien afilada, porque sino van a dar tan solo golpes y no cortes, es así que un hombre anciano tiene mayor efectividad en el trabajo porque se levanta en las penumbras mientras toma un mate y afila el hacha que dejó toda la noche en el agua, mientras que los fortachones jóvenes se levantan cuando el sol está arriba y al llegar frente al árbol para trabajar, deben de comenzar a afilar su herramienta y acomodar los cabos.
2. El mango o cabo debe ser bien derecho, porque si no los golpes no dan en el lugar justo o que el hachero quiere.
3. El hachero debe de estar bien alimentado, porque si no come bien no puede rendir en su trabajo

Reflexionemos

Cuando el Señor venga a pedirnos contar de nuestro trabajo… ¿y nuestra hacha cómo está?

¿Estará con toda la pintura porque nunca la usamos y solamente la tenemos para guardar las apariencias?

¿Estará herrumbrada porque la metimos bajo tierra y está allí inservible, o la presentaremos al Señor gastada de tanto trabajar?

Porque cuando empieza la campaña, el hacha nueva está entera, pintada, o pequeña por el uso porque está gastada…